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Queme después de leer

Últimamente he pedido demasiadas disculpas por sentirme como me siento. Lo siento, por esto. Lo siento, por aquello. Lo siento, lo siento, lo siento... Pero en la vida uno no debería disculparse por eso: por sentir. Una de las cosas más libres que puedes hacer es sentir, es llenarte el corazón con miniedades, de arrecheras, de alegrías, de tristezas. Y entonces a uno se le llenan los ojos de lágrimas porque piensa que no es así como debería sentirse, que estas equivocado una vez más o que ya no hay nada más. y entonces a uno se le llenan los ojos de lágrimas y no logras saber qué hacer todo te da vueltas y no encuentras salida. Y lloras, lloras, lloras, hasta que no queda nada y todavía no sabes dónde estás y te disculpas con el mundo en vez de disculparte, todo este tiempo, contigo mismo.

Mar

Hay días que me invade el océano por dentro y quiero llorar como si no hubiera mañana. Hay días en que me dejo llevar por las olas y me vuelvo naufraga de mi propia tristeza. Hay días que soy valiente, trago fuerte y me alejo de la orilla. Una parte de mi cree que soy hija del agua y por eso lloro para recordar de donde vengo. Una parte de mi cree que solo lloro por la soledad que tienen los extraños.

Dedicado

Es raro ver a esa persona con la que compartiste millones de cosas, compartir con alguien más. No voy a decir es que "uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde" porque siempre he sabido lo que he escogido, lo que más me gustaba de ti y lo que no; solo que a veces las cosas no funcionan tan bien como uno desearía. Extrañarte y sentir ese hueco en el estómago al ver tus fotos no significa que quiera volver contigo, solo significa que todavía siento algo por ti, aún te quiero y no lo dejaré de hacer. No te pude querer más porque mis órganos no creo que tengan sentimientos, pero te quise con todo lo demás que se dejó. Capaz me importes más de lo que deberías pero así soy yo, yo siempre veo hacia atrás.

Él no tiene ni pies ni cabeza, creo que solo existe en mi imaginación. Su cara es pixelada al igual que sus abrazos. Hablamos todas las noches sobre el qué será y el qué no será, sobre castillos y cuerdas de saltar, sobre tantas cosas que pierdo la cuenta. Me gusta tanto que he pensado varias veces en hacerlo realidad, o en quedarme con él dentro de ese mundo que juntos creamos. Una parte de mi piensa que él podría ser el indicado, - y hay veces en que le creo a esa parte - que él podría sacarme de mis delirios, que él podría, que él... Pero no lo sé. Es una disyuntiva que hace que me coma las uñas y diga su nombre. Quisiera haber soñado antes con él, quisiera tantas cosas pero sé que nada es posible y esa es la parte triste de la historia. Mentira, hay algo peor... Esperaría por él porque estoy enamorada de un sueño.