Vayamos directo al grano, solo quiero jugar un rato.

Tengamos sexo, solamente eso.
Ese juego carnal que los buenos pecadores entienden.
Ese sexo sucio y apasionado de una sola noche.
Nada de pláticas de cómo va tu vida o cómo va la mía.
Quiero que tus labios ahoguen mis quejidos y tus gemidos atiborren la habitación.
Quiero ver tu cara llena de placer y tus ojos viajando a otra órbita, una lejana. 
Tus manos buscando placer en mi cuerpo, que se aferren a mi piel, atrapándome en ti. 
Que sientas que estamos tan cerca que duela. que desees más y más hasta que ya no puedas.
Que recuerdes todo lo que un día fue, que el corazón palpite fuerte pero que no olvides lo que esto es.  

La verdad es que sólo necesito ese vacío que hay entre los dos para olvidarme de quien eres, de lo que fuimos. 

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